Una sociedad sin identidad 

Elizabeth (nombre cambiado intencionalmente) era una hermosa pequeña de escasos 12 años que como muchas otras adolescentes fue dañada emocional, física, verbal y sexualmente. La ausencia prolongada de la figura paterna, falta de atención por parte de su madre por ser la séptima de ocho hermanos, 7 mujeres y un varón, la pobre educación de ambos padres, la promiscuidad familiar en que se encontraba como suele acontecer en muchos hogares en circunstancias similares, donde se puede observar varias familias habitando bajo un mismo techo, fue el escenario propicio para ser víctima del abuso sexual por parte de uno de sus tíos, dañando así la ya carente identidad de la pequeña. Con la necesidad de esconder sus traumas empezó a refugiarse en la compañía de chicas y chicos no muy recomendables, se hizo fanática de música sin valores que expresaba la rebeldía existente en su interior y empezó a adquirir hábitos que fueron distorsionando su débil personalidad. En un intento por castigar a la familia por todo el daño recibido terminó por unirse en concubinato con cierto chico, al igual que la mayoría de sus hermanas, pensando inconscientemente que con esto podía llenar su necesidad de afecto, con el tiempo descubrió que solo había conseguido añadir mayor dolor a su vida. Gracias a Dios por que en su grande misericordia Elizabeth se encontró con su Redentor y ha empezado a retomar el camino hacia su restauración.

Esta historia al igual que las de miles de jóvenes nos muestra el gran vacío de identidad que existe en el mundo y que inhibe las capacidades y el potencial de los individuos para alcanzar sus sueños y sus metas ¿Cuantos líderes potenciales  están en las calles sin rumbo y sin destino? ¿Cuántos médicos, científicos, artistas, deportistas, y empresarios están desaparecidos en el olvido? La misma sociedad está preocupada, algunos por el sufrimiento de tales jóvenes y otros más debido a los problemas sociales que se están desatando por la energía mal encausada de estos. Un ejemplo es la Mara Salvatrucha, pandillas que en muchas ciudades de Centroamérica están creciendo según datos de La Oficina en Washington para asuntos Latino Americanos (W.O.L.A.) estos grupos han crecido en número de integrantes desde 25,000 hasta 300,000 en Guatemala, El Salvador y Honduras 

Otros de los casos que han conmovido al mundo son las noticias acerca de los crímenes perpetrados por infantes. Así es el caso del niño James Bulger de apenas 2 años de edad, quien por engaños fue secuestrado de un centro comercial por dos niños de 10 años y llevado hasta las vías del tren donde lo golpearon con una barra y después de violarlo y pintarlo de verde lo dejaron para ser arrollado por el tren.

 “En New Jersey, una década más tarde, otro chico de diez años raptó, violó y golpeó hasta matar a una pequeña de tres años; o el caso en Argentina, una niña de dos años en un crimen bestial descrito con devastadora frialdad por dos críos…crónicas del desarraigo, la marginalidad, las carencias emocionales y los malos tratos. Daños emocionales, cerebrales y o biológicos” cito el texto parcial de “El Mirador”

Los estudiantes de la carrera de Licenciatura de Educación Secundaria de cierta Universidad se avocaron a observar y descubrir los factores de riesgo entre los jóvenes estudiantes. Los puntos que consideraron están afectando más a nuestra sociedad juvenil son: a) Agresividad y violencia física y emocional. b) Embarazo precoz. c) Abuso sexual. d) Fracaso escolar. e) Adicciones. f) Problemas crónicos de salud en los adolescentes. Es cierto que el solo tocar estos puntos es causa de sentimientos perturbadores, y pretender con ello explicar toda la problemática del corazón humano es tarea dura. Basta decir que es suficiente para entender la urgencia de trabajar con los principios de la Palabra de Dios para buscar la restauración y sanidad de este mundo carente de la identidad divina que solo es posible lograr por medio del Señor Jesús pues “El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación” Colosenses 1:15

El nivel más alto de identidad está en Jesús

¿De dónde vengo? ¿Quién soy? ¿Para qué estoy aquí? ¿Hacia dónde voy? Son las preguntas básicas que se plantea cualquier individuo necesitado de sentido de pertenencia, mismas que Jesucristo resolvió de una manera sencilla y concreta, él sabía: ¿Quien era? (dignidad) Pan de Vida Jn.6:35; Luz del mundo Jn.8:12; La puerta 10:9; Buen Pastor 10:11; Yo y el Padre uno somos Jn.10:30; 17:22; Vid Verdadera 15:1. ¿De dónde vino? (origen) Yo sé de dónde he venido… Jn.8:14; ¿A qué vino? (propósito)  como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir,  y para dar su vida en rescate por muchos. Mt.20:28; ¿A dónde iría? (destino) Jn.8:14; 14:2,3. La Escritura dice lo siguiente: ^“Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos”  Ro.8:29. Pablo el Apóstol inspirado por el Espíritu revela unas cuantas verdades de lo eterno, a) Dios nos conoció antes de la creación, b) Cada uno de nosotros tenemos una asignación en esta vida, c) Jesús es el nivel más alto de identidad para el ser humano. Otro pasaje revelador es el siguiente: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” Ef. 2:10 a) nuestro origen está en Dios, b) Existimos por causa de Cristo, c) vivimos para reproducir las obras de Dios. Ef. 4:12-13. Así pues, mirar a Jesús y aún más imitarlo puede dar al ser humano un genuino sentido de identidad.